El hombre tiene una boca en su mano que sonríe.
Mi piel se llena de pus y de sudor y semen que
quema mis dedos, un prólogo para el comienzo del
nuevo camino, cubierto de vestigios del ayer.
Un frío anhelo crecerá manchando la virginidad,
mi máscara ahora yace entre rabia y humedad.
No hay vuelta atrás, me pierdo en la espiral.
La lluvia cae sin cesar, ahogada en la negrura donde fluye
mi avatar.
Carne bajo mis pies.
La esfera de la unión.
Ruptura con la fe.
Ya puedo oír su voz, oír su voz.
Frente al espejo un oscuro reflejo me sonríe.
Susurra en mi oído palabras
que en la noche acompañan mi soledad.
Cada vez la niebla ciega más mi visión.
Resquicios por donde entra el fulgor.
Su terne acero siega mi ser.
No hay vuelta atrás, me pierdo en la espiral.
La lluvia cae sin cesar, ahogada en la negrura donde fluye
mi avatar, mi eterno despertar.
Los hilos uno a uno irán cayendo mientras las llamas se apagan...
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Compositor principal: Rubén Ortuño
Arreglos: Rubén Ortuño y Jordi Botella
Letra: Rubén Ortuño y Jordi Botella
Rubén Ortuño: Guitarras / Programaciones
Tonia Bastán: Coros
Jordi Botella: Batería / Coros / Programaciones
Víctor Luján: Bajo
Manuel Giménez: Guitarras / Coros
Belén Forner: Voz / Coros